Tarde te San Agustin



Tarde te amé,
hermosura tan antigua y tan nueva,
tarde te amé!

Y ves que tú estabas dentro de mí y yo fuera,
Y por fuera te buscaba;

Y deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas
que tú creaste.

Tú estabas conmigo mas yo no lo estaba contigo.

Me retenían lejos de ti aquellas cosas que,
si no estuviesen en ti, no serían.

Llamaste y clamaste, y rompiste mi sordera:
Brillaste y resplandeciste, y fugaste mi ceguera;
Exhalaste tu perfume y respiré, y suspiro por ti;
Gusté de ti, y siento hambre y sed;
Me tocaste y me abrasé en tu paz.

Nos hiciste, Señor, para ti,
y nuestro corazón estará inquieto
hasta que descanse en ti.



San Agustín




Sentir,
sentir que tu mano es mi caricia,
sentir que tu sueño es mi deseo,
sentir que tu mirada es mi descanso,
sentir que tu nombre es mi canción,
sentir que tu boca es mi refugio,
sentir que tu alma es mi regalo.
Sentir que existes...
sentir que vivo para amarte.

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